el-provee-lluvia

Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. (Levítico 26:3-5 – énfasis añadido).

La tierra era vasta, y aún así, aparentemente desolada. Un desierto y la gente lo sabía, no como los egipcios quienes tenían al fértil Nilo para regar sus sembríos, Israel dependía únicamente de la estación de lluvia para poder recolectar abundantes cosechas.

Cuando visité a Israel hace muchos años, recuerdo haber escuchado al guía turístico describir la abundancia de su cosecha. Yo nunca antes había probado frutas y vegetales más frescos. Ciertamente, este pequeño pedazo de tierra produce una de las cosechas más bellas de la tierra.

Encuentro especialmente curioso que de todos los lugares en el planeta, Dios escogiera colocar a Su nación elegida en una tierra que dependería completamente de la lluvia para producir cosechas exitosas.

Pero nuevamente, El Dios Santo de Israel conocía el corazón de Su gente.

Si El hubiese escogido a Egipto como Tierra Prometida, la gente hubiese dependido gustosamente de su propia capacidad para canalizar las aguas del Nilo en sus camas de cultivos. La lluvia no sería necesariamente un factor decisivo cada año. Sin embargo, el éxito de cualquier estación de cosecha en Israel no dependía de sus abundantes ríos.

Su terreno exuberante tendría que depender completamente de las estaciones de lluvia.

De hecho, mientras escribo, agricultores en Palestina anticipan una lluvia temprana, la cual cae desde mediados de Octubre hasta Diciembre, preparando así la tierra para recibir la semilla, mientras que la lluvia primaveral cae en los meses de Marzo y Abril, antes de la cosecha.

Igualmente, a través de las Escrituras, los profetas nos recuerdan que la dependencia de Israel de Dios para estas lluvias traerían la provisión necesaria.  Deutoronomio 11:14; Jeremías 5:24; Joel 2:23; Oseas 6:3; Santiago 5:7.

En cada Escritura, Dios nos recuerda que El es quien “causa que la lluvia caiga.”

En.Su.Tiempo.

Parte del convenio de Yahweh es que El sería, por siempre, el “Dador de Lluvia”.

Pero la abundancia anual de Israel dependía de tres cosas:

La fidelidad de Israel…

La lluvia misericordiosa de Yahweh…

Y Su tiempo perfecto.

Si El enviaba la lluvia un mes más temprano, la tierra no estaría lista. Si la enviaba un mes más tarde, la cosecha no sobreviviría.

Se trata del tiempo correcto, lo cual nuestra visión limitada nunca comprenderá.

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:8-9

No sé usted, pero mientras más camino de cerca con el Señor, más veo la misma historia repetirse en mi vida.

Pareciera que siempre hay tiempo para sembrar… tiempo para esperar por la lluvia… y tiempo para verla caer fielmente desde el cielo.

A veces pareciera que la lluvia no va a caer. Vemos el cielo, lleno de nubes pesadas con agua y nos preguntamos… ¿caerá un palo de agua sobre mi cabeza?

Y aún así, siempre llueve.

Durante el tiempo terrible de la espera, ciertamente experimentamos ansiedad y temor… Preguntamos… y hasta nos rebelamos.

He observado a mis cosechas disminuir… y mi esperanza debilitarse dentro de mí.

Hay una sola cosa que nunca, JAMAS he experimentado:

Yahweh no me ha fallado hasta ahora.

Querido amigo, usted puede estar pasando por medio de un momento de ansiedad ahora mismo, mientras espera que la lluvia de Octubre caiga sobre su muy necesitada tierra árida.

Puede que usted esté colgando de las “últimas uvas de su cosecha.” (v.5)

Si ese es usted hoy día, bien sea que usted esté esperando que llegue la sanidad… o por aquel hijo pródigo que regrese a casa…

Bien sea que usted esté esperando por aquella oferta de trabajo… o por aquella herida que sane.

Bien sea que usted esté en una estación de espera por el caer de la lluvia y la abundancia en su tierra, y aún si pareciera que Dios viene retrasado…

Estoy aquí para decirle, de una vida que ha sido probada una y otra vez por más de 20 años de caminar con Jesús:

En Su Tiempo…

En.Su.Tiempo…

El ENVIARA la lluvia.

Espere, alma cansada, espere.

Espere pacientemente por Su Gracia que está por caer.

Obedezca Su voz y camine fielmente con El.

Esa es en realidad su única tarea.

Esa es la semilla que usted planta en la tierra: Su adoración completa y obediencia sacrificada.

La lluvia es Suya y Suya nada más para dar.

Así que miremos hacia arriba, levantemos nuestras manos en adoración, y gritemos a las nubes:

Mi Dios nunca cambiará.

El es por siempre Fiel…

Y El está a punto de dejar que la lluvia caiga sobre mi tierra árida.

 

 

 

 

Subscribe To Our Newsletter!

Subscribe To Our Newsletter!

Join our mailing list to receive the latest news and updates from our team.

You have Successfully Subscribed!